Con unos ojos color cielo que acompañan una increible imaginacion, una risa tan comunicativa y un fuerte amor por su madre. Siempre tan salvaje, cuando en realidad es un ser tan fragil y sencible. Farahine se llama la heroina de esta historia, la que durante este verano en Bretaña me entrego mas energia de la que necesite para seguir avanzando.
Me fui dos semanas a trabajar con niños maltratados en la costa bretona. Tantas historias podria contar de esos dias, pero lo que me parece mas interesante es hablar de esta niña de 11 años.
Ella no vive con sus padres, vive en un hogar de niños al igual que Tristan, Tracy, Tuvatagan, Mohamed, Julia, Anaïs, Patricia y Priscilla. Todos por motivos diferentes, llegaron por cosas de la vida a estos lugares perdidos.
Pues, no se si yo logre hacer una diferencia en sus pequeñas vidas, pero voy a recordar lo mucho que ellos cambiaron en mi con sus preguntas, sus inquietudes, sus miedos y sus agitaciones a veces. Los secretos que compartimos, las lagrimas que lloraron algunos y las tantas risas que hemos hecho estallar en medio de la seriedad de la vida.
Todos fueron mis alumnos en un taller de expression. Armamos y desarmamos con un poco de imaginacion y mucha comunicacion. No siempre fue facil, a veces tuve que imponer mis reglas, ponerme mas dura, pero siempre podia contar con ellos al igual que ellos conmigo.
Muchas veces fuimos complices y amigos, y otras veces profesora y alumnos...
Pero volvamos al mi protagonista.
Ella me sorprendio por su gran capacidad de aprendisaje, por su buena voluntad, por siempre defender sus ideas, y por el tema que quiso tratar.
Participo a casi todas las creaciones colectivas, comicas, criticas y otras, pero ademas creo un mimo muy poetico tratando el tema del paraiso que merecen los niños explotados en los paises asiaticos. Su trabajo fue ilustrado por unos dibujos, ademas de un poema de apertura. La musica fue cantada por el resto del grupo y compuesta por todos.
Pero lo mas increible fue verla entregarse completamente en la interpretacion de su personaje y darle sentido a cada gesto para comunicarle a los demas la importancia del tema.
Pero no me impresiono tan solo por su trabajo, sino tambien por lo mucho que me entrego durante esas dos semanas. Recuerdo aun cuando, al fatal pocos minutos antes de mi partida, ella aparecio corriendo tras de mi. Me abrazo fuertemente y no aguanto sus lagrimas. Luego de confesarme que no queria que me fuera, me entrego un faro que habia comprado para su madre. Le dije que guardariamos contacto y que aprovechara sus vacaciones y sus nuevos amigos. Le di animo y la mande con los demas, mientras yo tambien retomaba el camino que era el mio, sentia que tampoco queria irme, pero tambien sabia que me iria de todos modos.
Ojala pueda encontrarme con ella en unos años mas y ver con mis ojos que ha sido de esa pequeña que siempre reia, siempre cantaba. Espero, creo, que seran cosas buenas, porque con lo poco que recibio entrego mucho. Tiene todo para lograr grandes cosas y alcanzar lo que se proponga, me dejo un gran ejemplo. Ella fue, en esas dos semanas, mi profesora.
Farahine y otros, son los que siempre me dan ganas de seguir haciendo este trabajo. Gracias a ellos.