Aun no estoy acostada, pero ya es tarde. Mañana es el cumpleaños de Chile y estoy contenta de estar invitada.
Este viaje es muy particular, muy sorprendente y emotivo. Me
he encontrado en medio de Santiago, entre la muchedumbre, queriendo volver a
Paris porque me senti acogida por toda la agresividad del individualismo y la
indiferencia de la gente en esta capital demasiado salvaje para mi gusto.
Pero – Retome mi respiracion y pelie contra ese sentimiento.
Tuve ganas de llorar tantas veces en un taxi, en el metro,
en los brazos de mis tias y primos, en la calle y en un ascensor.
Este pais me emociona, las personas son conmovedoras y
cercanas, las vidas son humildes y a su vez extraordinarias. Me sorprendo a mi
misma al amar todo : los paisajes, el barro, el viento, el mar, las
estrellas que se distinguen tan bien al caer la noche.
Lloro en lo profundo de mi misma de todos estos años de
ausencia y de recuerdos borrados que no vuelven.
Me se diferente y abrazo esa diferencia con toda la fuerza
que sopla en mis pulmones y peleo para que vean en mi quien soy realmente, sin
miedo y sin temor, asumiendo perfectamente mi doble identidad. Miro esa
cordillera que me sigue donde sea que vaya en este tan largo pais, y no tengo
ninguna verguenza en decirle que la he dejado, pero que estoy aqui nuevamente.
La miro, es maravillosa, como siempre, calma, intensa. Se
que estoy donde debo estar mientras la miro.
Estoy conmovida de todas estas cosas, de este pueblo que se
me asemeja tanto, de mis raices tan presences, de mi pasado tan cercano, de
este idioma que hablo desde siempre y que jamas me abandono. Se que no es
perfecto, se que es muy complicado y dificil, pero tengo ganas de vivir aqui,
tengo ganas de oir los Eucaliptus cantar cuando sopla el viento y su perfume
se derrama a lo largo de las playas y por los cerros. Tengo ganas de ver la cordillera de los Andes ponerse rosada
a la posta de sol, un espectaculo gratuito de por vida y que ocurre todos los dias.
Quiero ver la belleza del Sur con sus praderas frescas y verdes, sus cielos
limpidos, sus vacas y ovejas como sembradas en un verde humedo. Sus campesinos
con rostros arrugados y acento rigido.
Quiero un lugar en ese escenario maravilloso, en ese espectaculo
glorioso quiero tener un rol.
Necesito respirar ese aire, beber esa agua, necesito comer
ese pan y hablar ese idioma, necesito Chile.
Esto es lo que te puedo contar de mi viaje, es un cuadro mas
bello que todas los cuadros de Monet, mas puro que las palabras de Proust y lo
estoy experimentando aqui, a cada paso.
Estoy en una obra de arte de tamaño real, porque estoy
enamorada de esta tierra, tengo una pasion enorme por este pais et no puedo
dejarla, es mi decision definitiva.
Estoy conectada a todo lo mas feo y lo mas lindo de Chile y
encuentro que es deslumbrante sentir tanta vida, el poder de la vida, la fuerza
de cada cosa que me rodea, como si esto ocurriera tanto en mi interior como al
exterior de mi. Siento que mi pasado esta inscrito aqui, que mi futuro me busca
y que mi presente me acompaña.
Observo silenciosa y veo que mi vida se dibuja aqui, soy
como un volantin que toma vuelo pero que siempre esta ligado a su hilo, me dejo
llevar.
Maria Carolina Cortes.